"Can you see me? All of me? Probably not. No one has ever really has" - Jeffrey Eugenides



miércoles, 27 de abril de 2011

Epifanía

Ayer fumé con un amigo en la terraza, envuelta en un poncho con pinta de frazada yankee (con el típico estampado de nieve). Después de cagarme de risa un rato largo y bostezar 72 veces me fui a dormir y él a un cumpleaños respectivamente. Estabamos loquísimos. Soy una pelotuda que no pasé por acá a limarla. Una pelotuda atómica. Lo bueno es que me quedo una tuca. Power. Hard core.

martes, 26 de abril de 2011

Dejame

Qué feo es estar odiándote tanto. Y tan seguido. Me da bronca tener estas ganas de llorar reprimidas y estar en la facultad en este momento. En clase para ser más exacta. Qué fiaca estar acá y las ganas de estar en otro lado (el que sea) incomensurables. Yo quiero amarte con locura pero vos te empeñás en impedírmelo. Te esfuerzás con ahínco. De verdad. Dejame, no me hables por un rato mejor. Dejá que se me pasen las ganas de patear el tableo. Que dicho sea de paso, son muy recurrentes ultimamente.
Lo peor de todo y lo que vos sí sabes es que muero porque seamos felices, despreocupados, livianos. La vida es complicada, no nos enrosquemos nosotros también. Pero no. No se puede con vos. O no se puede con nosotros. Motivos para peliar siempre sobran. Yo no te dejo pasar una y vos metés la pata en todas. ¿Dale que paramos? PLIS basta.
Me irrita la voz de los demás. Sólo quiero sacarme el muerto del trabajo práctico y volver a casa para ver Barney metida en la cama con Margarita. O ir a la peluquería y cortarme el flequillo y pasar por el local de La Rata y Car a visitarlas. Eso seguramente me ponga de buen humor.
Las partes paja del amor son un lime. Es parte del conocerte, se sacarle la ficha al otro pero qué desgaste emocional carajo. Cómo me chupa las energías, mierda. Sí, la bronca. La bronca de que me pongas así en vez de al revés. En vez de que me despegues del suelo, de ir como levitando por la calle en vez de caminar de la alegría, voy arrastrando los pies con desgano. La bronca de que no podemos evitar las diferencias o los maloentendidos, me gustaría que al menos que por cada uno de ellos nos llenemos de besos y de sorpresas y de regalos. Tan desequilibrado todo.
¿Me vas a dejar quererte? ¿Remamos para el mismo lado o seguimos dando vueltas? Avisame SVP. Mandame un texto así no le pongo más huevos y me ocupo de otras cosas. No me queda mucha más paciencia. No me queda mucho más amor. Si no lo podés manejar al menos compadecete y soltá, dejame ser, sola. Falta que des de vos. Sólo eso. ¿Espero?

Antagónico

In the December 13 issue of The New Yorker, Joyce Carol Oates presents "A Widow's Story: The last week of a long marriage." The essay opens like a classic Oates' story and then in the middle, there is this passage:

Forever after, you will recognize those places - previously invisible, indiscernible - where memory pools accumulate. All the waiting areas of hospitals, hospital rooms, and, in particular, those regions of the hospital reserved for the terminally ill: Telemetry, Intensive Care. You will not wish to return to those places, where memory pools lie underfoot, as treacherous as acid. The stairwells, the elevators, the corridors, and the restrooms you have memorized without knowing it. The hospital gift shop, the newsstand, where you linger, staring at headlines already passing into oblivion, while upstairs, in your husband's room, an attendant is changing bedclothes or sponge-bathing the patient behind a gauze screen, unless he had been taken to Radiology for further X-rays, awaiting his turn in another corridor, on another floor. Memory pools accumulate beneath chairs in the waiting areas adjacent to Telemetry. It may be that actual tears have stained the tile or soaked into the carpets of such places. Everywhere, the odor of melancholy that is the very center of memory.
Nowhere in the hospital can you walk without wandering into the memory pool of strangers - their dread of what was imminent in their lives, the wild elation of their hopes, their sudden terrible and irrefutable knowledge. You do not wish to hear the echoes of their whispered exchanges: But he was looking so well yesterday! What has happened to him overnight? You do not wish to blunder into another's sorrow. You will have all you can do to resist your own.

lunes, 25 de abril de 2011

Momentos capturados

"Sadness is a blessing
Sadness is a pearl
Sadness is my boyfriend
Oh sadness I am your girl".
Likke Li - "Sadness is a blessing"

¡Qué complicado es extrañar! La añoranza de compartir algo especial con alguien que no está. O sigue estando pero en realidad ya nada es como antes. Reírse juntos de aquel chiste viejo que en realidad no tiene gracia. O simplemente la compañía, la disponibilidad de tiempo y las energías de estar en lo trivial para recordar lo que en realidad no es importante.

La extrañitis es una enfermedad que viene junto con la melaconlía. Los días domingo son los peores para extrañar. Esa tonalidad gris que todo lo invade de solo pensarla me deprime. Se extraña todo esa es la maldición. Todo se puede extrañar. Nada ni nadie se salva. Extrañamos amigos, ex novios, papás, épocas, formas de vida, parejas de viaje, trabajos, compañeros, objetos, relaciones, situaciones, lugares.
Casi siempre se extrañan alegrías o momentos específicos, gente  que nos hicieron sentir cómodos, a gusto con nosotros mismos. Extrañamos estar en comunión con el tiempo, la gente y las formas ese perfecto equilibrio que se da de a ratos. Son emociones positivas las que extrañamos sentir en la calidez de nuestro corazón. Por eso repetimos en nuestra cabeza las palabras dichas, cerramos los ojos para recrear lugares, agudizamos el olfato para sentir los aromas. Hacemos el esfuerzo sobrehumano para tratar de recordar con precisión qué sentíamos, qué pensábamos.
Yo tengo un afán especial del que disfruto sobremanera de capturar momentos en mi cabeza. Adoro sacar pequeñas fotos de mi realidad y retenerlas. Las llevo conmigo par extrañar cuando me asalten las ganas.
¿Vos qué extrañás? Yo extraño la vida despreocupada que llevaba siendo una escolar. La heladera llena y ni siquiera imaginarme de dónde provenían tantos productos. El poder estar con mis amigas horas y horas haciendo pavadas. Extraño ir a bailar y no parar de moverme hasta las 7 de la mañana, sin bostezar ni una vez, sin siquiera mirar el reloj.
También extraño tener un grupo de amigas chiquito y súper unido en donde el diálogo y la presencia eran ley (aunque hoy no lo podría sostener). Actualmente mis más amigas andan desperdigadas por La Capital. Y sus afueras.
Extraño características de viejos ex novios. Atributos no del todo agradables. Me refiero a no solo virtudes sino defectos que me causaban particular gracia. Malformaciones que me divertían por graciosas o simpáticas. Extraño ser dueña de mi tiempo y disponer de mis horas con libertad. Extraño perderme en los vericuetos de mi imaginación donde cada puerta encierra una historia. Por suerte está mejor vivir en el presente.Y acá no me cambio por nadie.

viernes, 22 de abril de 2011

Entrelazar manos

Sentirse buscado, comunicarse, gustar, conectar...son momentos preciados. Tener relaciones con alguien por deporte es banalizar el acto, que es de pura entrega. Es una lástima. Sucede, todos lo hemos hecho. Lo importante es no perder el foco de lo que es esencial.
Hay algo macabro en el juego del amor cuando empezás a salir con alguien. Uno es estratega, se maneja con cautela, no quiere actuar demás, decir demás. Al mismo tiempo busca conquistar. Yo tengo una especial fascinación por ver los hombres morir de amor por mí. Yo soy siempre la que no se engancha, la que pone el freno. Por temor, por falta de interés. Lamentablemente y no es algo de lo que me jacte, I'm high maintance baby. Soy re heavy y re jodida hasta que estoy hasta el caracú... y ahí ya no hay vuelta atrás.
Es dificil mantenerme *entretenida*. Soy malcriada, caprichosa aunque jovial divertida y alegre. No es que tenga el ego por las nubes, es que me pisotearon tanto el autoestima que hoy, gracias a mucho análisis y camino recorrido sé exactamente cuanto valgo y cuanto puedo exigir en relación a lo que yo doy. Trato de que no sea ni más ni menos; la medida justa. Eso es lo dificil llegar a la divina proporción.

Intriga

"Pensar y hablar son dos acciones que no sirven dentro de una relación. Están muy sobrevaluadas. Los tipos no quieren que les rompas las bolas: no reclamos, no reproches, no planteos. Lo único que mantiene a las parejas unidas además de los hijos y reírse es coger. Punto." - Mexico me mata.

¿Será tan así? ¿Ustedes qué opinan?

Pavadas cotideanas

Encontré una buena palabra para denominarme: fastidiosa. Quejarme me resulta muy fácil y caer en un barril de tristeza y melacolía más aún. El día gris y la neblina, más el feriado y la ausencia de tanta gente querida no ayuda. ¿La felicidad me será esquiva? ¿Seré yo que no sepo disfrutarla?

Gracias al Cielo existe música con energía que me levanta el ánimo y no me deja ser tan sórdida y amigas amorosas que me acompañan. Por algún motivo, comer me baja. Es como un cable a tierra. Atracón violento. Hice una habanette y me comí la mitad de un saque. 4 porciones de pizza para comer y dos horas después otros dos pedazos más.
Hace mucho que no dormía en mi cama y me sentía a gusto. Pijama party con pillow talk incluída. Sentí que me deshice de 5 años. Era jóven, nos reímos, gritamos un poquito exaltadas, hablamos de sexo y volvimos a reír hasta que los párpados no podían mantenerse más abiertos.

Me desperté con el desayuno listo por Cecille y cero ganas laburar/estudiar. Cero. "Después de almorzar me pongo las pilas" aunque todos sabemos que me miento y autoengaño un poco. Brindemos porque hoy sea un día productivo y medianamente feliz.

jueves, 21 de abril de 2011

Muerta antes.

Me quieren forzar al destierro. Pienso dar pelea.
Así sea lo último que haga.

El agujero negro

Siempre pensé que sin dolor no hay arte. En mi caso particular dolor me sobró, tanto como para que todos se lleven en tuppers para congelar. Aun así cuando el dolor me atravieza yo no lo aprovecho. No me sale, no sé. Pasa por otro lado, me cuesta canalizarlo.
Transformarlo en un camino creativo. Bailar, pintar, escribir. Sobretodo el último verbo. Las cosas que más me gustan las escribí llorando, con el corazón en la mano. A posteriori sentí el alivio de haber vomitado un conejo (como el cuento de Cortázar). Muchas veces quisiera poder escribir con sentimiento pero sin llorar y que me salga de la panza.

¿Donde te duele? En todos lados.

Estar "sola" y encontrarme con mis propios demonios. La soledad. La inseguridad de hacer las cosas bien. El miedo. EL aburrimiento. La angustia. Bancársela. Tengo pánico de este agujero negro. Tengo atraversarlo. Veamosnos del otro lado del túnel, donde hay luz. Vos, mientras, ¿me das la mano?

Estrías emocionales

No estoy lista para buscar afinidad con las mamás del jardín. En resumidas cuentas, para ser sincera, no estoy lista para crecer tan rápido. Ya de por sí con mis elecciones quemé un atado de etapas juntas en una hoguera que hizo humo muchos sueños. Y trajo un montón de satisfacciones. Vamos de a poco. No me pidan más por ahora. Dejen que las cosas se acomoden un toque.
Acepto que soy un alma vieja. Siempre lo fui. Soy madura y manejo un vocabulario muy amplio para mi edad. Soy bastante no-convencional a la hora de vestirme, eso también es verdad. No me pongo lo que está en boga, me aburre. Me la juego. Rescato lo vintage, lo mezclo con flores, mariposas, estampados... Siempre conservando la femeneidad. Y así con la vida. De afuera tal vez te dé la mamá cancherita, forrada en guita que la tiene fácil, llena de amigas y programas, super abierta y feliz. Bueno, desmitificame porque no, nada que ver. Tal vez la parte de canchera y feliz sí, el resto no tanto.
Con mis padres entrando en la 7ma década de sus vidas y mis hermanos (que son dos) entrando en la 4ta se puede decir que siempre fui agrandadita, está bien, lo reconozco. Tengo un grupo de amigas que todas rodean los 30 años, sí. Y justamente por eso les pido madres del jardín, plis banquenmé. No estoy lista para discutir sobre mordiscones o formas de anticoncepción a los cuatro vientos mientras esperamos que nuestros hijos vengan corriendo de la sala a abrazarnos porque terminó el día. Me aburre, de maneras que ni siquiera sospechan, el debate harto conocido si Hugghies o Pampers son mejores como pañales. No las conozco. No les tengo cariño.
Odio la gente que se inventa amigas éntemas. Esas que de un momento a otro le está diciendo "te extraño" a una persona que vio dos veces. No lo entiendo y de hecho, me asustan, prefiero que se mantengan lejos. No me hagas planteos ficticios porque enloquezco.
No me hablen de cumpleaños en peloteros. No requieran de mi presencia para tomar cafés pelotudos. Me parecen una pérdida de tiempo. ¡Por favor no se ofendan! Me parecen divinas todas, soy yo el problema. Vamos una vez más con el famoso "no sos vos, soy yo" tan aplicable a todo. Soy yo que me siento chica todavía. No hace mucho la que salía del colegio para ir corriendo a la falda de su mamá era yo. Y estoy acá parada esperando que salga Margarita...denme tiempo.
Mi problema es que no hay forma de decirles estas cosas de una forma educada, sutil. Hoy no me interesa chicas, sepan disculpar. La mejor con ustedes, seguro son todas amorosas pero yo todavía no entré en el mercado laboral en serio todavía. Hasta ahora mi experiencia fueron todas freelance y curritos. Estudio, mucho. Y el resto del tiempo que no le dedico a mi hija, a trabajar, a estudiar o a mi novio no tengo ganas de gastarlo en ustedes. 
No quiero pecar de soberbia o vender una imagen de que me creo mil pero tengo un montón de amistades profundas, de antaño, que me conocen de memoria que quiero nutrir y ustedes no sé quienes son, no sé a donde vienen, qué intenciones tienen, qué esperan de la vida. Me da fiaca conocerlas. Mi cupo de amigas está bien, no las necesito. No me busquen tan afanosamente porque me cierra, me da vergüenza el hambre de comunicar que tienen y sobre todas las cosas no quiero ser mala onda.

Tal vez subestime su capacidad de tocar mis fibras más íntimas. Seguramente no le vea el valor de compartir las experiencias como madres primerizas y si bien tengo un montón de miedos e inseguridades no siento la angustia de querer ir validándolos por la vida.Tengo una analista que se ocupa de eso, es una genia y le pago. Pienso que ese es el intercambio justo. Yo le entrego desvaríos y locuritas y ella consejos.
Ok, soy mamá y la gorda va a jardín, ya sé. No es mi intención que ni ella o yo seamos dos inadaptadas o antisociales. Margarita tiene dos años, yo 24 insisto y quiero que entiendan que para mí yo fui la que dejé el jardín hace poco. Mi niña interior le hace competencia a mi hija real. No quieran que acepte cuando me dicen "señora" en el supermercado. "Señorita" soy corazón. Todavía señorita.
No me casé y vivo sola. Quise ser mamá y no me arrepiento. Amo mi vida y trato de disfrutarla día a día. Es sólo eso, no estoy lista para hacer migas con las mamás del jardín. Dame uno o dos años que me acostumbre a la idea y te juro que te charlo hasta por los codos.

Se puede

"Are you a tiger mother, a soccer mom, a helicopter parent, and attachment mom, a permissive free spirit who just wants your child to be herself? Congratulations. Your kids have a good chance of turning out reasonably well. Not because you are parenting genius who has hit on the perfect method but because you have the time and energy and cultural capital to give your child what he needs to be successful in today's world no matter what child-raising method you choose. You are probably not, for example, poor, homeless, functionally illiterate, socially isolated, an addict, in prison, living in substandard housing, working three low-paid jobs - or unemployed for life... your ex may have run off with your best friend, your apartment may be too small, you may hate your job - but you are still a white-collar, college educated, middle class person."

 
In the words of Katha Pollitt from The Nation

miércoles, 20 de abril de 2011

Soy material inflamable

Dos compañeros de la faculta, computadora contigua, en el laboratorio de susodicha institución recorren las redes sociales haciendo comentarios de minitahs. Critican fotos y se rien como adolescentes nerviosas. Les quiero preguntar si no quieren ser mis amigos así me uno a sus juicios y valoraciones despiadadas. Soy bastante elocuente para criticar. Hago gracia pero no me animo a decirles nada. Mejor, son bastante boludos. Y me quedo corta por piedad. Es muy temprano para bardear.

domingo, 3 de abril de 2011

Hazte fan


No sé en qué momento me empezó a gustar *tanto* el té. En principio siempre lo asocié a los aristócratas, a la realeza, a los ingleses y a las películas. En otras palabras: lejano. Creo que nunca me imaginé que podía ser un campo tan vasto y lleno de sorpresas. Y menos que para esta altura de mi vida (1.67, bastante bien, ¿no?) iba a ser fanática.

Después vino Enriqueta con una mega caja por Inés Berton -cuando recién empezaba el furor- como regalo y quedé fascinada (pero no convierta, no todavía). Luego llegó el Trimarchi, esa conferencia de diseño gráfico mundial en 3 días en Mar Del Plata en donde me regalaron unas bolsitas con estrellas metálicas con un té sabroso. Pasó muchísimo tiempo del TMD hasta que en efecto me tomé ese té, en una terraza, rodeada de plantas con calor y con alguien agarrándome la mano. La cuestión es que me sorprendí a mi misma queriendo saber más, dispuesta, ávida mejor dicho por probar cosas distintas.

Y llegó Esther, tan controversial y perfecta. Mi amiga del alma que de un viaje a París me trajo como presente una cajita celeste de princesas que contenía el té más rico que probé jamás. Ese fue el quiebre. Ese día atravesé el camino sin retorno hacia la luz. Todavía atesoro aquella latita a modo de souvernir. (Qué detestable es la palabra souvernir, ya ahondaremos en eso).

Hoy latas de Chez Pauline, Inés Berton y Twinggings poblan mi despensa. Vivimos en feliz armonía. Nos amamos. No podríamos vivir los unos sin los otros. Me gusta más el té negro por sobre los otros colores (verde, blanco, rojo). El negro la rulea. El verde de melón de Tea Connection también pero es sólo una excepción. Paradójicamente en ropa, negro es el color del que menos prendas poseo. Las incoherencias de ser yo.

Si fuera por mí coleccionaría teteras. Y tés. Y latas. Si fuera por mí tomaría té todo el día. Creo en los poderes curativos del té así como creo que cocinar es terapeútico. Creo que no hay nada que le dé pelea, si de *remedios caseros* hablamos y gripe/anginas es lo que padecemos, a un aromático té con limón y miel.

Así ando por la vida: con placebos, engáñandome a mí misma cada tanto pero sana que es lo que a fin de cuentas, lo que más importa.

FYI


Left brain: I am the left brain. I am a scientist. A mathematician. I love the familiar. I categorize. I am accurate. Linear. Analytical. Strategic. I am practical. Always in control. A master of words and language. Realistic. I calculate equations and play with numbers. I am order. I am logic. I know exactly who I am.
Right brain: I am the right brain. I am creativity. A free spirit. I am passion. Yearning. Sensuality. I am the sound of roaring laughter. I am taste. The feeling of sand beneath bare feet. I am movement. Vivid colors. I am the urge to paint on an empty canvas. I am boundless imagination. Art. Poetry. I sense. I feel. I am everything I wanted to be.